Aunque últimamente se escucha mucho el concepto de “suelo pélvico”, este sigue siendo un gran desconocido pese a la importancia que tiene.

Hemos apartado un momento de sus obligaciones a nuestra encargada y experta en fisioterapia del suelo pélvico, Ana Marín, para hacerle unas preguntas , y esto es lo que nos ha contado:  

Háblanos un poco sobre el propio concepto de suelo pélvico.

El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior. Se trata de una estructura muscular que podríamos asemejar a un puente colgante que se ancla en la parte inferior de la pelvis. Los ligamentos harían la función de los cables suspensorios que proporcionan tensión para el sostén adecuado del mismo.

Se encarga del sostén de los órganos de la pelvis (vejiga, útero o próstata y recto) y  juega un papel importante en la reproducción. Por ello, su correcta función es indispensable para tener calidad de vida.

Distintas situaciones y actividades pueden afectar al suelo pélvico, algunas de ellas no podemos modificarlas, como el transcurso del embarazo y el parto o las condiciones genéticas; sin embargo, numerosos gestos que llevamos a cabo en el día a día podrían mejorarse para proteger nuestro suelo pélvico.

           Hablas sobre la correcta función del suelo pélvico, por lo tanto entendemos que puede haber también disfunciones. ¿Cuáles pueden ser esas disfuciones?

Nuestro suelo pélvico es un sistema musculo-esquelético interrelacionado entre sí y con el resto de la región pélvica, así que sí, claro, como en cualquier parte de nuestro cuerpo podemos sufrir lesiones. Las disfunciones del suelo pélvico pueden afectar tanto a mujeres como a hombres y, principalmente, provoca alteraciones en todos los campos en los que actúa. Acarrea problemas de incontinencias urinaria y anal, prolapsos de órganos pélvicos y disfunciones sexuales. Estas disfunciones si están presentes durante el embarazo, pueden acarrear ciertos problemas, así como dificultar el parto y la recuperación postparto.

¿Cómo puede verse alterado?

No todos los factores afectan por igual a todas las personas y depende del caso concreto de cada uno, pero por poner ejemplos generales, diríamos que hay dos tipos de factores que afectan a nuestro suelo pélvico: los que no podemos evitar como la edad, menopausia o predisposiciones genéticas en nuestra anatomía y otros que corresponden más a hábitos o condiciones de nuestra  vida, como  tos crónica que aumenta la presión en la zona, estreñimiento crónico, levantar o arrastrar peso frecuentemente, malas posturas, ejercicios hiperpresivos o de alto impacto, ropa muy ajustada, obesidad, etc.

Por supuesto durante el embarazo, parto y post parto el suelo pélvico juega un papel fundamental, donde existe un gran trabajo y sufrimiento del tejido, aumentando la probabilidad de lesionarse.

Entonces existe una parte de las alteraciones que podemos prevenir y tratar.

Por supuesto.  Mejorando nuestros hábitos de vida en este aspecto, tales como evitar obesidad  y estreñimiento crónico cuidando nuestra alimentación e higiene, eliminar, o reducir al menos, el tabaquismo,  evitar la carga excesiva de pesos o bipedestación prolongada, controlar el ejercicio de alto impacto o hiperpresivo en casos de alteración del suelo pélvico, no abusar del uso de zapatos de tacón, adoptar una correcta posición de la pelvis, evitar el uso de fajas abdominales y , en la medida de lo posible y aunque esto no depende enteramente de cada uno de nosotros, evitar situaciones de estrés.

Además podemos mejorar nuestro suelo pélvico a través de varias disciplinas, entre ellas, la fisioterapia. De esta forma, al igual que puedes entrenar todas las partes de tu cuerpo para que sean más capaces y soporten mejor los esfuerzos, también puedes trabajar tu suelo pélvico.

¿Cómo puede entonces ayudar la  fisioterapia en las disfunciones del  suelo pélvico?

Principalmente la fisioterapia va a ayudarnos a valorar el estado en que se encuentra nuestro suelo pélvico, la fuerza y capacidad de activación que tiene y el control que el paciente ejerce sobre él. En base a ello se pautan y enseñan una serie de ejercicios para readaptar la musculatura del suelo pélvico. Tanto el fisioterapeuta como el propio paciente podrán monitorizar con diferentes métodos este trabajo y así tener una conciencia del progreso. Además la fisioterapia trata otro tipo de alteraciones musculo esqueléticas que puedan estar provocando o manteniendo nuestra disfunción del suelo pélvico tales como contracturas musculares, bloqueos articulares, restricciones fasciales, etc.

Muchas gracias por acercarnos un poco más al concepto de “suelo pélvico”. ¿Algún consejo para empezar a cuidar nuestro suelo pélvico?

Pues como con todo nuestro cuerpo, tener unos hábitos de vida saludables como ya hemos comentado. Hacer ejercicio regularmente ayudará a que nuestro cuerpo sea más fuerte, incluido el suelo pélvico, y si detectamos problemas que puedan tener relación, simplemente acudir a un profesional  y que nos ayude a solucionarlos, como haríamos con cualquier lesión. Y, en especial, tener más conciencia de nuestro suelo pélvico durante el embarazo y el postparto.

 Ana pasa consulta de fisioterapia en disfunciones de suelo pélvico todos los días en nuestra clínica. Si crees que necesitas una cita no dudes en consultarnos, estaremos encantados de recibirte.